En este vídeo, se explican tanto las fases de extracción de recursos y producción de bienes que nosotros no vemos, como la fase de venta de esos productos en el mercado; la cual es la que mejor conocemos todos; y por último la peor de las fases, la fase de destrucción de nuestros propios desechos.
Al consumir y usar productos contaminados las personas que trabajan en dichas fábricas de producción de dichos productos o también las demás personas que vivimos en dicho planeta poco a poco si permitimos esta producción de productos, nos vamos contaminando sin darnos cuenta.
Pero aún así los trabajadores de las fábricas son los que más se contaminan y más riesgo tienen de padecer enfermedades. La mayoría de ellos no tiene otra opción, actualmente el trabajo es escaso y quienes tienen una familia a la que alimentar trabajan donde sea por sacar adelante a sus seres queridos; aunque con ello corra peligro su salud, aunque podría decirse que la culpa de que esto pase la tenemos todos por permitir que las empresas se aprovechen de todos y cada uno de nosotros, si todos nos uniéramos en buscar nuestros derechos, no pasaría, eso sí, a costa de nuestro empleo.
Además no solo contaminan los productos que se fabrican, sino que el humo que sale de las fábricas y los vertidos también son perjudiciales tanto para la salud como para el medioambiente.
La forma de mantener bajos los precios es pagar muy poco a los empleados, obtener materias primas a bajo coste etc.
Supuestamente los gobiernos deberían evitar que se produjeran estás situaciones, pero no es así. A menudo, los gobiernos están más preocupados por sus beneficios y por su economía que por el bienestar de sus habitantes y contribuyentes.
En muchos países cada persona genera una media de dos kilos y medio de basura por día, el doble que hace treinta años. Esa basura o se echa directamente a un agujero en la tierra o se quema y después se echa al agujero. Al quemarse todos los tóxicos que se usaron en su fabricación van a parar al aire; contaminando así aún más. Reciclar es una buena opción, pero no es suficiente. Además hay muchos productos que no se pueden reciclar debido a su compleja composición.
En este apartado, la Publicidad tiene un papel muy importante, ya que la publicidad en mi opinión tendría un índice de culpabilidad del 90% ya que el otro 10% depende de nosotros. Es decir, la publicidad tiene la culpa de que nos incite a comprar cosas que en realidad nosotros no necesitamos.
Como reflexión diría, que el cambiar el mundo y la forma de pensar las cosas esta en todos y cada uno de nosotros, porque uno no puede cambiar la forma de pensar de todos, pero si nos juntamos todos los que pensamos así, podremos conseguir más y mejorar la calidad de todas aquellas personas que están siendo explotadas por grandes empresas e industrias.